¿Y si tus sueños que no se han dado no han pasado porque no te has alineado con tu grandeza, más no porque no has trabajado lo suficientemente duro?
¿Y si recibir lo que le pides a Dios día y noche depende de enraizarte, encarnar y caminar en tu grandeza y no de hacer más o trabajar más duro?
¿Y si pudieras transformar quién eres en 30 días para convertirte en el activo y milagro que siempre soñaste ser?